12 feb 2009

SLUMDOG MILLIONAIRE: ¿QUIEN QUIERE SER MILLONARIO?

La película en la que no creía nadie
El filme del británico Danny Boyle, rodado en la India, sorprendió a todo el mundo con su historia de sufrimiento y triunfo de un chico pobre de Mumbai. El realizador explica cómo fue filmar allí y el extraño recorrido de su película.

D anny Boyle no había terminado aún con el Taj Mahal, pero el Taj Mahal terminó con él. El director inglés necesitaba algunas tomas más en el interior del monumento de la India para su película Slumdog Millionaire: ¿Quién quiere ser millonario?, un drama acerca de un huérfano de las villas de Mumbai (antes conocida como Bombay). Sin embargo, le cortaron la bienvenida a la producción. "Las personas que nos estaban ayudando, dejaron de hacerlo", explica.

Algunos directores hubieran seguido adelante con lo que tenían.

Otros podrían haber buscado otra locación. Unos pocos hubieran recreado el palacio con efectos especiales en una computadora. Sin embargo, Boyle rara vez sigue los lineamientos típicos e ideó una solución novedosa: mandar un falso equipo de rodaje de documentales para terminar la filmación.

"No recuerdo si se hicieron pasar por indios, por alemanes o ambos", dice Boyle del equipo que mandó al Taj Mahal. El truco era elegir miembros de la producción que no habían estado allí, para que no fueran reconocidos por la seguridad. "Teníamos que andar con cuidado", dice Boyle.

Finalmente consiguió lo que quería, pero ése no fue el único impedimento que tuvo que enfrentar durante los seis meses de rodaje en Mumbai y sus alrededores, una de las ciudades más populosas de la India y del mundo.

Mientras rodaba la película, Boyle y su codirector indio, Loveleen Tandan, decidieron que el primer tercio de la película fuera en hindi, más que en inglés, una noticia inquietante para los productores franceses y estadounidenses que saben que las películas habladas en idioma extranjero no son tan taquilleras. Más tarde, cuando se agotaban los fondos, tuvo que abandonar la idea de filmar una secuencia con un monzón. Entonces, casi al concluir la filmación, la distribuidora en los Estados Unidos, Warner Independent Pictures, fue cerrada por la Warner Bros. y el estudio consideró la posibilidad de lanzar Slumdog Millionaire directamente en video, justo antes de que Fox Searchlight viniera a rescatar el filme.

El tema central es una historia de fatalidad; y así como Boyle y su equipo se embebieron del espíritu del cueste lo que cueste imperante en Mumbai, el tono optimista de la película influyó en su destino.

"Si tienes fe ­dice Boyle con satisfacción acerca de trabajar en Mumbai­ se te recompensará".

Para los que están familiarizados con la filmografía de Boyle, no es una sorpresa que todo haya terminado bien, ya que el director de 52 años tiene una asombrosa carrera artística. Ha realizado un filme de zombies (Exterminio), una fantasía para niños (Millones), un thriller de ciencia-ficción (Sunshine, alerta solar), dos vehículos estelares (La playa con Leonardo DiCaprio y Vida sin reglas, con Cameron Diaz) y una imposible de calificar historia de drogadictos (Trainspotting).

Tan variados como son, estos filmes están unidos por la visión extravagante de Boyle y sus imágenes inesperadas en lugares inesperados: bebés gateando en cielos rasos, casas que surgen de la nada, monstruos caníbales que corren como campeones olímpicos.

"Siempre trato de hacer películas intensas: intensamente placenteras, intensamente aterradoras o intensamente alegres ­dice­. La intensidad es algo que debo lograr. Así es cómo juzgo las cosas".

También hay mucha intensidad en Slumdog..., con algunas escenas perturbadoras de tortura, un vistazo a la prostitución adolescente y algunas crueldades terribles con los niños sin hogar. Pero dentro de todo este dolor, hay algo más que no siempre resulta tan obvio en las otras películas dirigidas por Boyle: naturalismo. Pese a que Slumdog... es una obra de ficción, se siente tan real que algunos miembros del público están convencidos de que se inspiró en una historia verdadera.

La adaptación libre de Simon Beaufoy (¡Todo o nada!) de la novela de Vikas Swarup Q&A, Slumdog... narra la vida de Jamal Malik, un pobre huérfano que vive en las villas miserias de Mumbai, donde vive la mitad de los 16 millones de residentes de la ciudad.

De niño, Jamal conoce a Latika en la calle y luego la pierde de vista. Su infancia estará repleta de encuentros memorables, no todos agradables. Esas experiencias lo convertirán en un soñador romántico, determinado a reunirse con Latika. Cuando Jamal aparece como concursante en la versión india de ¿Quién quiere ser millonario?, sus experiencias de vida lo ayudarán más que nadie a llegar a la etapa final del programa.

Poco después de que Boyle se interesara en dirigir la película, viajó a Mumbai para considerar filmarla en el lugar. "Tan pronto como llegué pensé que tenía que hacerlo allí", dice Boyle refiriéndose a cómo lo transformó la frenética vitalidad de la ciudad.

"Algunas personas se horrorizan y vuelven apurados al hotel para reservar el primer vuelo que los saque de ahí. Es avasallante.

Todo: la gente, el olor, la temperatura, la suciedad, la atmósfera, el aire, el agua, el peligro. ¡No beba eso! ¡No toque eso! ¡No coma allí! Es fantástico. Todo el mundo contribuye con su energía, todos tiran algo en la olla".

Apreciar la esencia y captarla con las cámaras, eran desafíos muy diferentes. Pero Boyle tenía un plan. Más que llegar como un intruso imperialista, trajo consigo unos pocos jefes de departamento británicos y puso en claro que había que contratar a la mayoría del personal entre los miembros de la industria de la India. Más que nada, como los personajes del filme son niños, la mayoría de los actores eran neófitos del lugar.

Donde la novela de Swarup era episódica, el libreto de Beaufoy creaba lo que Boyle llama el "tiempo fluido", en que casi no se distinguen las divisiones entre presente y pasado. Esa misma compresión entre el ahora y el entonces es evidente en las escenas contemporáneas del filme, que pasa desde el escenario del show a la sala de interrogatorios de la policía. Aunque Jamal está en ambos lugares, parecería que la escena se desarrollara simultáneamente.

"La experiencia que quise transmitir es que todo se siente en el presente, aún cuando haya cosas que ocurrieron hace diez años ­dice­. Lo más importante es que lo estaba viviendo en ese momento. Nunca fui tan libre para editar como en esta película".

Cuando Boyle viaja al pasado, no le da al público las pautas conocidas: no hay autos de época ni ropas diferentes. "No quería que se vieran diferentes, pensé que eso era muy aburrido", dice.

Boyle y su equipo también se dieron cuenta de que eso sería imposible. "No hay mucha nostalgia ­dice Boyle­, pues India es muy difícil de controlar. Hacer una película de época en la India, obedeciendo a los detalles de cierta época, sería una absoluta pesadilla. Así que ignoramos todo eso".

"India es lo opuesto de lo que puede ser exacto y preciso ­agrega­. Nada en la filmación es así.

Al hacerlo de ese modo, podría tener la suerte de reflejar un poco la verdadera India o la genuina Mumbai. Me sorprendería mucho ver una película controlada acerca de Mumbai y decir que realmente captó el sentido de la ciudad".

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